miércoles, 26 de octubre de 2011

Querido Marco...

Te escribo la carta que nunca te han escrito, quizás porque tenías toda una vida para recibirla, pero no ha sido así.


Hoy mi entrada es por y para tí.


Desde tu llegada al mundial no dejaste a nadie indiferente, a algunos por tu extravagancia, a otros por tu simpatía y a muchos por tu fuerza encima de la moto. Esa fuerza que ha hecho que seas criticado, odiado, avasallado, insultado... y con esa misma fuerza has seguido siendo como eras, un piloto que lo daba todo dentro de la pista, que siempre encontraba el hueco para colarse, arriesgado, duro, frío... En resumidas cuentas, lo que a mi, y a los verdaderos amantes de este deporte les gusta ver, ESPECTÁCULO. Tu has sido de los pocos pilotos que este año han hecho que la categoría de MotoGP no fuera un "toSTONER". Nunca te has dejado amedrentar por comentarios estúpidos y has sabido responder con la sinceridad que te caracterizaba, en ocasiones has asumido las críticas, pensabas que las merecías, pero en otras, en las demás que no tenían fundamento, has sacado una sonrisa sarcástica y seguro que debajo de esa melena pensabas, la próxima vez, haré el mismo adelantamiento. Sabías que te jugabas la vida, pero lo hacías a lo grande! Como en los años de Schwantz y Rainey... ¿te acuerdas? Sí, claro que te acuerdas, porque así eras tú, como ellos, otro marciano. 
Ya ves como han cambiado los tiempos, entonces, se disfrutaba con esa agresividad, se alababa esa forma de pilotar, el extremo, el peligro, las carreras... y ahora parece que se escandalizan con nada... ¿sabes que creo? que no era temeridad por tus actos, sino miedo a un piloto que se estaba abriendo un hueco entre los mejores, que quería ser como ellos, estar arriba y tocar el cielo, y ahí estas ahora, en el CIELO.
Pensaste que aquí no te dejarían intentarlo y tu sólo has conseguido llegar a él el primero, y como siempre hubieras querido, encima de tu moto, disputando un Gran Premio, el mismo en el que te coronaste Campeón del Mundo en 2008:  en Sepang. 
Desde ese día en Malasia, un domingo 23 de Octubre, el mundo entero llora tu pérdida. TODOS, los que te criticaron y los que no, te tienen en estos momentos en sus cabezas, y lo mas bonito de todo ¿sábes lo que es? que te echarán de menos. ¿Por qué? Solo hay una razón para poder echar de menos a alguien. Que sea ÚNICO. Ahora ya no hay cabida para reproches, críticas ni lamentaciones, ahora todos saben que no se ha ido un piloto peligroso, agresivo, temerario... se ha ido un CAMPEÓN


Te imagino leyendo esta carta, desde ahí arriba, sonriendo, orgulloso, y seguro, volando en una nube con el número #58.
Tú y sólo tú has sido el llamado a ser el "heredero de Rossi", tu gran amigo, con el que chocaste y diste tu último aliento de vida...


Y así me despido de ti, querido Marco, con lágrimas en los ojos por la impotencia de no poder hacer nada, con el sentimiento de haber perdido a un gran piloto, y con el deseo de que allá donde estés, sigas siendo el SuperPipo alocado, alegre y fuerte que aquí has sido. Yo te seguiré recordando por lo que eras, un GRANDE del motociclimo.


Hasta pronto SuperSic!                         


                                                   


              (Católica, 20 de enero de 1987 - Sepang, Malasia 23 de octubre de 2011)